Las medallas ya colgaban
de los cuellos de los corredores que funalizaron primeros y un equipo de
televisión que cubría la ceremonia de premiación es informado de la hazaña de
Akhwari y deciden grabar el momento de su llegada. La gente cercana al tunel de
entrada al estadio empieza a aplaudir y, en pocos segundos, el estadio entero
ovaciona, como pocas veces se ha visto, a un atleta que está entrando en el
estadio, llevaba el dorsal 36. Llegó corriendo lento, arrastrando su pierna
derecha y apenas cruzó la línea fue trasladado a un hospital.
Al día siguiente, el
corredor africano explicó el motivo por el cual jamás se detuvo a pesar del
intenso dolor que sufría su cuerpo: "Mi país no me envió 5,000 millas para
iniciar la carrera; Me enviaron 5.000 millas para terminar la carrera". Esta frase significa hasta la actualidad como un ejemplo único de superación personal.
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