John Stephen Akhwari es
un corredor nacido en Tanzania en el año 1938. El hecho por el que el corredor
es recordado ocurrió en los Juegos Olímpicos de México 1968. Cuando el atleta
africano competía en la maratón de Ciudad de México, desde el inicio tuvo
muchos inconvenientes para adaptarse a la altura de 2,241 metros sobre los que
está situada. Akhwari nunca antes había podido afrontar en su país estas
condiciones geográficas por lo que la pasaba realmente mal y no podía
desempeñarse con facilidad.
Pero lo peor para él
llegaría cuando corría aproximadamente el kilómetro 19 de la maratón, en ese
momento en que intentaba sobrepasar a algunos corredores para alcanzar las
primeras posiciones fue bruscamente golpeado y cayó al suelo. A raíz de este
golpe, terminó con un desgarro de ligamentos y una luxación en una de sus
rodillas, de la misma forma se golpeó fuertemente el hombro.
Sin embargo, el aguerrido
atleta decidió concluir la carrera, finalizado la misma en el último lugar. El
ganador de la carrera fue el etiope Mamo Wolde en 2:20:26, mientras que Akhwari
pudo conseguirlo recién luego de transcurrir 3:25:27. A las 7 pm, los
espectadores y los participantes, tras los clásicos momentos de euforia ya
empezaban a abandonar el estadio. Ya había anochecido y de repente, por los
altavoces del estadio, para sorpresa de los que seguían en él, se pide a los
asistentes que se sienten. Mientras, no muy lejos de allí, las sirenas de
coches de policía rugen, y numerosas motocicletas, con los faros encendidos
alumbran el discurrir de un atleta que se dirige al estadio olímpico.
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