La gesta de John Stephen Akhwari, que puede verse , representó, y lo
sigue haciendo hasta la actualidad, lo mejor del deporte y de los valores que transmiten los Juegos Olímpicos. Aun sufriendo fatiga y dolor, con calambres en las piernas,
deshidratado y desorientado, su coraje y determinación le impidieron abandonar,
debía seguir, tenía que acabar como fuese, y así lo hizo, ganó su propia maratón.
Más tarde alguien
escribió: ”Hoy día hemos visto a un joven corredor africano que simboliza lo
mejor del espíritu humano, una actuación que le da significado a la palabra
valentía”. Para algunos la única recompensa es la personal (medallas, fama)
para otros, como es el caso de John Stephen Akhwari, el triunfo era saber que
terminó lo que se había propuesto.
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