En la actualidad, el corredor que algún día nos diera un mensaje de superación que nunca olvidaremos, vive con su familia en un pequeño pueblo en el interior de Tanzania llamado Mbulu, en Tanganyika. Akhwari se gana la vida con mucha entrega y dedicación gracias a la ardua labor de la agricultura junto a sus hijos y su esposa.
A pesar de no recibir grandes ingresos, Akhwari ha confesado en muchas ocasiones que él ha sabido encontrar la felicidad dentro de su espíritu y no en los objetos materiales, los cuales nunca ha considerado relevantes para su estilo de vida. Su humildad y dedicación siguen siendo un ejemplo a seguir no sólo para los atletas y deportistas en Tanzania, sino para el deporte en el mundo entero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario