sábado, 25 de mayo de 2013

Los últimos serán los primeros (I)

John Stephen Akhwari es un corredor nacido en Tanzania en el año 1938. El hecho por el que el corredor es recordado ocurrió en los Juegos Olímpicos de México 1968. Cuando el atleta africano competía en la maratón de Ciudad de México, desde el inicio tuvo muchos inconvenientes para adaptarse a la altura de 2,241 metros sobre los que está situada. Akhwari nunca antes había podido afrontar en su país estas condiciones geográficas por lo que la pasaba realmente mal y no podía desempeñarse con facilidad.

Pero lo peor para él llegaría cuando corría aproximadamente el kilómetro 19 de la maratón, en ese momento en que intentaba sobrepasar a algunos corredores para alcanzar las primeras posiciones fue bruscamente golpeado y cayó al suelo. A raíz de este golpe, terminó con un desgarro de ligamentos y una luxación en una de sus rodillas, de la misma forma se golpeó fuertemente el hombro.

Sin embargo, el aguerrido atleta decidió concluir la carrera, finalizado la misma en el último lugar. El ganador de la carrera fue el etiope Mamo Wolde en 2:20:26, mientras que Akhwari pudo conseguirlo recién luego de transcurrir 3:25:27. A las 7 pm, los espectadores y los participantes, tras los clásicos momentos de euforia ya empezaban a abandonar el estadio. Ya había anochecido y de repente, por los altavoces del estadio, para sorpresa de los que seguían en él, se pide a los asistentes que se sienten. Mientras, no muy lejos de allí, las sirenas de coches de policía rugen, y numerosas motocicletas, con los faros encendidos alumbran el discurrir de un atleta que se dirige al estadio olímpico.


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